No es tan fácil como esperábamos [?] [Dae kajdhfkajdh]

"Te echo mucho de menos, te quiere, Kenna". Volví a releer unas cuantas veces la carta, esperando no tener más fallos. Le había escrito, como cada semana, a Zayn, para tener alguna noticia de como estaban las cosas por allí, pero sabía muy bien, que odiaba las faltas de ortografía, hasta el punto de conseguir enfadarlo, manías suyas.

Le había pedido a Dae esa tarde que me acompañara, así no iría sola, y tendría tiempo de estar con ella, ya que últimamente apenas estábamos todas juntas, entre unas cosas y otras, y echaba de menos aquellos momentos de locura. Era agradable salir de la Sala Común o de la biblioteca entre semana, tanto que ambas incluso nos habíamos quitado las túnicas y caminábamos por los terrenos con la ropa normal. Hacía una tarde perfecta, soleada, el viento soplaba, pero sin llegar a ser molesto, o demasiado frío, se notaba que se aproximaba el buen tiempo.

- Uff menos mal que hemos salido un poco del castillo, de verdad, pensaba que me iba a morir dentro - resoplé caminando a su lado y cegándome cuando el sol se posaba en su anaranjada melena, que tanto me encantaba - Tengo ganas de terminar los exámenes, y poder hacer una fiesta de las nuestras, últimamente apenas estamos juntas - comenté con cara de fastidio, mientras la lechucería se iba abriendo paso ante nuestros ojos.

Caminamos hasta las escaleras, en las que recordaba innumerables caídas, por lo que me agarre al borde de piedra que las perfilaba, intentando evitar otro tonto desliz. A pesar de ser una gran torre, los escalones para subir no superaban los quince, cosa que agradecía realmente. Nada más entrar, el olor inconfundible a lechuza se hizo notable, provocando que arrugara la nariz, al igual que Dae, al menos ya estaba más acostumbrada a ese olor que la primera vez que visité la lechucería.

- Bueno ahora solo falta elegir una lechuza que no picotee la mano, un día de estos me arrancan un dedo - reí exagerando mirando a cada uno de los animales, que estaban ocupados en sus asuntos. - ¿tú cuál crees que es la menos psicópata-picotea-dedos? - le pregunté apodando a las lechuzas con aquel nombre que acababa de surgir, otra tontería más para la colección.

Subía los pocos escalones había de dos en dos, mientras intentaba no tirar la bolsa de gomitas que venía comiendo desde que salimos de la Sala Común. Estaba contenta, después de varios días podía compartir un momento de distracción, ¿Y qué mejor si era con una de mis mejores amigas? Hacía rato que no compartíamos todas juntas un momento de locura o de simples rías, y lo extrañaba bastante.

Era en esos momento en que la escuela no se me hacia tan divertida si no tenía tiempo de verlas y pasaba mi tiempo llena de pergaminos y tareas. - Maldigo las obligaciones escolares en este momento…- murmure en tono lúgubre, pero bromeaba más que otra cosa. Las extrañaba sí, pero no por eso podíamos descuidar todo, ya tendríamos oportunidad – porque siempre encontrábamos una – de poder divertirnos como tanto nos gustaba. – Se viene la Gaylord Fest, lo presiento…- le susurre a modo de secreto, sonriendo ampliamente mientras me mandaba un par de gomitas a la boca y le invitaba a Kenna.

El olor característico de la lechucería llego a mi nariz, la cual arrugue levemente, denotando lo desagradable que solía ser. No me había podido acostumbrar, y eso que enviaba al menos una carta por mes a mi padre y hermanos. Pero esta vez, yo solo acompañaba a Kenna, pues tenía que enviar una carta y en mi mente supuse que seria para Zayn y Summer, porque una sonrisa acompañaba su rostro, y me resulto realmente tierno. En verdad extrañaba esos días, cuando Zayn aun estaba en el castillo y nos divertíamos todos juntos; y me imaginaba que ella también, no debía ser nada fácil estar lejos de la familia que tú mismo habías formado.

Pensaba en todo eso, cuando su voz volvió a llamar mi atención y mire a mí alrededor. - Todas tienen cara de psicópatas-picotea-dedos…- le murmure, inclinándome hacia ella, como si las lechuzas fueran a ofenderse por mi comentario - pero aquella… – me quede mirando una de las lechuzas que estaban bien arriba, y me había llamado la atención por el color de sus plumas, en tonos grises y negros, pero que tenía una marca justo donde sería su frente, como un pequeño diamante de color blanco. - ¿Crees que si le doy un osito de gomita nos hagamos amigas y no quiera comerse nuestros dedos? – la mire, mientras le invitaba gomitas nuevamente y alzaba la cejas, esperando su opinión. – No creo que sea buena idea, pero esa no me parece tan mala…

Ciertamente tenía que darle la razón a Dae en aquello, todas tenían cara de psicópatas-picotea-dedos, con esos grandes ojos mirándote como si pudieran ver hasta el último lugar de tu cuerpo. Sentí un escalofrío ante la imagen mental que me formé sobre eso. Dae señaló a uno de los animales, y me quedé observándolo durante unos minutos, realmente tenía algo, que me hacía querer acariciar sus plumas, y una marca algo particular en su frente.

-Agh, quiero esa lechuza, es que mira que marca tiene en la frente, es un diamante, mas nigga no puede ser -miré a Dae con cara de asombro cuando la escuché decir lo de las gomitas, cogí unas cuantas y comencé a reír -Dae, de comer ratas, a gomitas hay una gran diferencia, además solo falta que se pongan malas y nos castiguen con otra maravillosa semana limpiando los baños, y recuerda, los niños de primero, no tienen medida en el baño... -recordé arrugando la nariz, uno de los peores castigos que había tenido.

Me acerqué un poco a aquella lechuza y comencé a intentar imitar sus ruidos, penoso, más bien parecía una cabra dando a luz, a pesar de eso, la lechuza me miró. Seguí haciendo aquél horrible alarido, pensando que ella lo entendía y que bajaría, pero solo provoqué que alzara el vuelo y subiera más alto.

-Maldición -mascullé mirando a mi compañera-Vaya una lechuza que no reconoce la llamada de los de su propia especie... -comenté dejando la frase en el aire, sabía que mi interpretación del ruido de la lechuza, era pésima.